Introducción al libro de Malaquías

1. INTRODUCCIÓN A MALAQUÍAS

1.1. Introducción

Es de suma importancia cada vez que se estudia un libro de la Biblia, tener una visión panorámica del mismo que nos permitirá ubicarnos en las ideas, intenciones, propósitos y objetivos del autor para escribir dicho libro. Por lo tanto, esta primera lección es un estudio introductorio del libro en donde conoceremos el autor del libro de Malaquías, la fecha en que se escribió, a quien se les escribió, el propósito del autor para escribir dicho libro; así como también, analizaremos el tema central del libro, el trasfondo histórico que llevo al autor para escribir dicho libro, como era la condición espiritual del pueblo, características literarias particulares que Malaquías utilizó y sobre todo que revelación muestra Dios de si mismo y que profecías e imágenes se muestran del Señor Jesucristo.

1.2. Autor

El autor del libro se refiere a una persona que tiene como nombre o titulo “Malaquías” que significa “mi mensajero,” (Mal. 1:1)1 y que toma la función oficial de parte de Dios, de ser su profeta. Algunos lo identifican con el escriba Esdras que toma el seudónimo “mi mensajero” para desarrollar la profecía de Dios, como lo hace las paráfrasis caldeas, pero esto es poco probable, puesto que Esdras se identifica claramente como escriba y no profeta y el profeta Malaquías se identifica como tal y no como escriba.

La versión de los setentas traduce en 1:1; “por la mano de su mensajero” lo que lleva a afirmar a algunos de que posiblemente la persona adopta el nombre Malaquías como el título oficial del profeta de Dios, quien quiere que el pueblo vuelva a Dios, lo cual generaría que el mismo es una imagen o prototipo del mensajero que el anuncia en el capítulo 3:1 y cuya función es hacer volver el corazón del pueblo a Dios para que reconozcan al Mesías que viene después de él. La posición de que el nombre Malaquías, no era su nombre propio, sino el oficio asumido como profeta, era la posición de algunas autoridades antiguas; sin embargo, la analogía de encabezamiento de otros profetas en sus escritos, favorecen el punto de vista común, general y mayoritario de que “Malaquías” era su nombre propio y no solamente un seudónimo asumido por el oficio realizado.

Sea que “Malaquías” era el nombre propio del profeta o era el nombre asumido por el oficio profético, podemos afirmar que debido a Mal. 1:1 y 3:1, el profeta Malaquías era una imagen del profeta anunciado por el mismo y quien prepararía el camino del Mesías, con la intención de hacer volver al pueblo en arrepentimiento hacia el Dios Santo y Soberano.

1.3. Fecha

Los que afirman que Malaquías era un seudónimo de Esdras o que era una persona contemporánea a Esdras y Nehemías, lo fechan entre el 450-440 A.C; pero otros comentaristas como Jamieson-Fausset y Brown de la casa Bautista y la Biblia de estudio del Diario Vivir lo fechan un tiempo mas tarde, con el pueblo mas establecido después del exilio. Tomando a estos últimos comentaristas lo fecharemos entre el 430 6 y el 420 A.C.7

Para ubicar adecuadamente una fecha del libro de Malaquías, el cual fue el último profeta del Antiguo Testamento, y para hacer un estudio serio del mismo, haremos bien en recordar los acontecimientos históricos post-exílico del pueblo de Israel:

a. Por orden del rey Ciro, Zorobabel guió el primer regreso de los judíos a Jerusalén en el 538 A.C., con la misión de reconstruir el templo, teniendo a Josué como Sumo Sacerdote. Comenzaron la labor divina de reconstruir el templo en Jerusalén, pero no la terminaron, debido al pecado de apatía, desobediencia y rebeldía del pueblo. Dios levanta al profeta Hageo (520 a.C.) y al Profeta Zacarías (518 A.C.) para denunciar el pecado materialista de descuido de la construcción del templo, llamando al pueblo al arrepentimiento y animándolo a que terminaran la casa de Dios, lo cual hicieron en el 515 A.C.8

b. En el 458 A.C, el escriba Esdras guio el regreso del segundo grupo a Jerusalén con la finalidad de reintroducir la ley de Dios y como sacerdote ejecutó la obra interior de purificar la nación de elementos paganos.9

c. En el 445 A.C, Nehemías regreso con el tercer grupo de judíos a Jerusalén para realizar la obra exterior de reconstruir los muros de la ciudad, redificar la ciudad y restaurar el gobierno nacional.10 Un tiempo después de Nehemías, alrededor de 430 A.C., Dios levanta a Malaquías como profeta con oficios sacerdotales, para confrontar el pecado del pueblo debido a su negligencia con respecto del templo. Dios llamó a Malaquías para denunciar el pecado y la profanación tanto de los sacerdotes como del pueblo en su adoración a Dios. Dios, por medio de su profeta, condenó al pueblo por la falta de sinceridad, de compromiso y de ninguna disposición de honrarle, respetarle como su Dios y mucho menos de amarle y responder al amor que Dios siempre había manifestado a su pueblo.

1.4. Trasfondo histórico

Tanto Malaquías como Hageo y Zacarías fueron profetas en Judá (el reino del sur) en el periodo del post-cautiverio. En la medida que las nuevas generaciones se levantaron en la Palestina post-exílica, el pueblo de Israel comenzó a olvidar la vida en el exilio y las enseñanzas que aprendieron de las disciplina del sufrimiento que experimentaron en el cautiverio en Babilonia y Persia, comenzaron a olvidar la disciplina de Dios debido a su pecado; y las nuevas generaciones post-exílica, comenzaron a ser indiferente hacia su Dios Santo y a menospreciar su ley.

El pueblo empezó a cometer los mismos pecados que hicieron que la Justicia Santa de Dios, los llevaran en cautiverio a Babilonia, comenzaron a ignorar de nuevo, sus mandamientos y sus estatutos. Esta impiedad iba desde los sacerdotes del templo, a los líderes del pueblo, así como del pueblo mismo. El pecado hacía que el pueblo en su mayoría presentase una falsa honra a Dios, llevando a la profanación de la verdadera adoración que Dios exigía. Dios es amor, pero Él ama de una forma completa y perfecta. Su amor es un amor de acción: dar, guiar y proteger. Esto se ve en Juan 3:16, donde pensó un plan y lo llevo a cabo hasta su consumación en la persona de Cristo.

Sin embargo, la ruptura de la comunión entre el Dios y el Pueblo no es irreparable; no se ha perdido toda esperanza, Dios les declara que, debido a su paciencia amorosa, no los ha consumido, esperando que vuelvan a Él, en arrepentimiento y obediencia a sus estatutos y así poder sanar y restaurar a su pueblo. Dios los invita al arrepentimiento para alcanzar el perdón y la restauración de la relación.

El Mensaje de Malaquías era para recordar a los judíos, que ellos habían sido escogidos por la pura gracia de Dios con el propósito mostrar la Gloria de Dios a las otras naciones, sin embargo, ellos habían fallado como la nación escogida de Dios, debido a que no respondiendo al amor, sino que por el contrario estaban desobedeciendo en forma voluntaria. Este pecado comenzó con los sacerdotes (1:1-2.9) y luego abarcó a todas las personas (2:10-3:15). Ellos Habían deshonrado el nombre de Dios (1:6), habían ofrecido adoración falsa (1:7-14), habían llevado a otros a pecar (2:7-9), habían quebrantado las leyes de Dios (2:11-16), a lo malo habían llamado “bueno” (2:17), se habían apropiado de los diezmos y de las ofrendas para Dios (3:8-12) y se habían vuelto arrogantes y soberbios (3:13-15).

La relación estaba rota, y sería suyo el juicio y el castigo.11 Todo esto en esencia era producto de la maldad del pecado que había en su corazón por haberse apartado de Dios: En Mal. 2:2 se observa la denuncia de Dios: “Si no oyereis, y si no decidís de corazón dar gloria a mi nombre, ha dicho Jehová de los ejércitos, enviaré maldición sobre vosotros, y maldeciré vuestras bendiciones; y aun las he maldecido, porque no os habéis decidido de corazón.” Dios llama y levanta a Malaquías como profeta y sacerdote para mostrar la gravedad del pecado de menosprecio hacia su Nombre y a la profanación de adoración en su templo, haciendo que Dios en su Santidad, declarase Malditos al pueblo en varias ocasiones, por medio de Malaquías (1:14; 2:2; 3:9), y anunciaba que si el Mesías vendría y el pueblo estaba en esa mala condición espiritual, iba a herir a la tierra con maldición, por lo que Dios se propone en su Soberanía enviar un mensajero que preparase el camino del Señor.

1.5. Tema Central de Malaquías.

Este libro revela en una forma muy clara, al único Dios Santo, Amoroso, Justo y Soberano demandando de su pueblo, La verdadera honra debida a su Nombre, la cual debía manifestarse en una sincera adoración a Dios en todas las áreas prácticas de la vida.

Esto se ve reflejado a lo largo de todo el libro: Dios le dice a su pueblo “Si yo soy Padre, ¿dónde está mi honra?, y soy Señor ¿Dónde está mi temor?” (Mal.1:6). El versículo central del tema del libro lo podemos ver en Mal. 2:2: “Si no oyereis, y si no decidís de corazón dar gloria a mi nombre, ha dicho Jehová de los ejércitos, enviaré maldición sobre vosotros, y maldeciré vuestras bendiciones; y aun las he maldecido, porque no os habéis decidido de corazón.”

1.6. Propósito de Malaquías

El pueblo de Israel que había regresado del cautiverio y se habían establecido de nuevo en la tierra de Israel, pronto olvidaron las enseñanzas que habían aprendido del castigo y de la Disciplina de Dios, en el exilio generado por su pecado, rebeldía y desobediencia a su Dios. Al estar de nuevo en su tierra y establecido en ella, comenzaron a cometer los mismos pecados contra Dios que generaron su deportación a Babilonia. Dios usa a Malaquías, para denunciar y condenar el pecado de Deshonra, Menosprecio, Profanación y Desobediencia a Dios y su Pacto. Dios llama al pueblo a arrepentirse y darle la Honra y la Gloria debida a su Nombre en Mal. 2:2. Dios promete Bendición, Salvación y Justicia al arrepentido y al Justo, anunciándoles la venida del Mesías y el profeta que prepararía su camino.

1.7. Condición Espiritual del Pueblo

El pueblo estaba cometiendo los mismos pecados que los habían llevados cautivos a babilonia: Robos, Idolatría, Rebeldía, Soberbias, Matrimonios con personas paganas, adulterios, profanación, abuso del pobre e injusticias que manifestaban el corazón endurecido, ciego, egoísta y desobediente del pueblo. El Profeta Malaquías hace hincapié en la dureza de sus corazones y Dios como Juez Justo, pronuncia su maldición sobre los que practican tales pecados (Mal. 1:14; 2:2; 3:9) y les anuncia que enviara un profeta con el Espíritu de Elías para preparar el corazón del pueblo y volverlos en arrepentimiento para aceptar y seguir al Mesías que vendría tras él, de lo contrario el profeta Malaquías les dice que Dios herirá la tierra con maldición (Mal. 4:4-6).

1.8. Versículo Clave

El versículo clave del libro es el Mal 2:2: “Si no oyereis, y si no decidís de corazón dar gloria a mi nombre, ha dicho Jehová de los ejércitos, enviaré maldición sobre vosotros, y maldeciré vuestras bendiciones; y aun las he maldecido, porque no os habéis decidido de corazón.”

1.9 Conclusión

Al terminar esta lección 1 podemos afirmar que el autor del libro de Malaquías es una persona con oficios sacerdotales, cuyo nombre propiamente dicho era Malaquías el cual representaba tanto su carácter como sus oficios sacerdotales y proféticos. El libro fue escrito entre el 430-420. A.C.

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